EL PECADO IMPERDONABLE: MENOSPRECIAR LA MISERICORDIA DE DIOS
NO DEBEMOS MENOSPRECIAR NI SU JUSTICIA NI SU MISERICORDIA
Dios decía a Santa Catalina: El pecado imperdonable, en este mundo y en el otro, es aquel que despreciando mi misericordia no quiere ser perdonado. Por esto lo tengo por el más grave, porque el desespero de Judas me entristeció más a mí mismo y fue más doloroso para mi Hijo que su misma traición. Los hombres serán condenados por este falso juicio que les hace creer que su pecado es más grande que mi misericordia. Serán condenados por su injusticia cuando se lamentan de su suerte más que de la ofensa que me hacen a mí.
Porque esta es su injusticia: no me devuelven lo que me pertenece ni se conceden a ellos mismos lo que les pertenece. A mí me deben amor, el arrepentimiento de su falta y la contrición; me los han de ofrecer a causa de sus faltas, pero hacen justo lo contrario. No tiene amor y compasión más que por ellos mismos ya que no saben más que lamentarse sobre los castigos que los esperan. Ya ves, cometen una injusticia y por esto se descubren doblemente castigados por haber menospreciado mi misericordia.
(Santa Catalina de Siena, Diálogo 37)
Oración
Santa Catalina de Siena, mujer ardiente en el amor divino y servidora de la Iglesia, ayúdanos a alcanzar de la Santísima Trinidad un creciente deseo por la oración, generosidad para el apostolado, y caridad para el hermano que sufre. Ayúdanos a encender el mundo con el fuego del amor a Cristo. Amén.